
Elio Montaño fue un excelente jugador rosarino de los años 50 conocido como El Loco.
Habiendo sido jugador de Newell's, pasó luego por Rosario Central y tuvo como compañero a César Luis Menotti, quien siempre contaba (sin poder precisar el equipo contra el que jugaba Rosario Central) que en un partido que Rosario ganaba 2 a 0 y se floreaba, con el Loco Montaño dirigiendo la batuta.
Los rivales reaccionaron, descontaron y luego empataron el partido. La tribuna rosarina que momentos antes se deshacía en aplausos, comenzó a silbar e insultar a los suyos. Hasta que Montaño tomó una pelota cerca del área, gambeteó a dos o tres jugadores, dejó desairado al arquero que salió a la desesperada, tiró la pelota hacia el arco vacío y se dio vuelta para encarar a la hinchada. “¡Vieron giles, griten ahora, insulten, tírense con nosotros!” Lo que no sabía Montaño es que la pelota no había entrado, que se había quedado mansita contra el poste y que mientras él se desquitaba con la hinchada llegó un rival y la sacó.
Cuenta Menotti que eran las diez de la noche y no podían abandonar el vestuario....