viernes, 18 de febrero de 2011

Ficha técnica: Oscar René Cardozo

Centrodelantero o punta goleador por excelencia, que arranca desde el mediocampo y tiene llegada para el gol, por sus potentes disparos y en balones quietos su gran estatura le da el “handicap” de convertir goles de cabeza.

jueves, 17 de febrero de 2011

Ficha técnica: Oscar Antonio Pianetti

Era un wing eléctrico, guapo y metedor. Jugaba derecha o izquierda y de pegarle con las dos, muy veloz y sabía hacer la diagonal.

martes, 8 de febrero de 2011

Ficha técnica: Daniel Garnero

Tenía un amague corto para sacarse rivales de encima, la pausa justa, inteligente, y toque exacto, para que los delanteros hagan el resto con buena parte de los problemas resueltos.

Eduardo Lujan Manera, su carrera como DT

Por culpa de una lesión, Eduardo Manera, se vio obligado a pasar pronto del otro lado de la línea de cal, y a los 28 años se convirtió en ayudante de Zubeldía en 1973.

En 1974 estuvo como ayudante de Bilardo en Estudiantes LP y a la vez dirigía la primera de Los Andes (debut como entrenador),.

Ya como director técnico llevó a Estudiantes a la obtención del Campeonato
Nacional de 1983.. Paradójicamente, Manera ganó su último campeonato como entrenador dirigiendo al Pincha, cuando junto a Miguel Angel Russo logró el ascenso.

Entre otros equipos, dirigió a Estudiantes de Buenos Aires (1976), Cristal Caldas de Colombia (campeón en 1978), Deportivo Cali de Colombia (campeón en 1979 y 1980), Atlanta (1981), Platense (1982), Independiente de Santa Fé (1985), Millonarios de Colombia, Talleres de Córdoba (1991), Necaxa de México (1990), Universitario de Perú, Newell´s (1993), Vélez Sarsfield (1992 y 1999) y Deportivo Español (1997).

También tuvo a su cargo a la selección de Paraguay en la Copa América de 1989. Su última experiencia como entrenador fue en el seleccionado de Libia (otra vez junto a Bilardo).

Aunque no se cuenta como un título, se le adjudica el mérito de haber diseñado en 1992 el Vélez que luego heredó Carlos Bianchi y acaparó nueve títulos, algo que (por humildad) siempre se negó a aceptar, pero los propios jugadores y directivos de la entidad de Liniers le reconocieron.

Precisamente, Vélez fue su último destino como entrenador en 1999, pero en esa etapa no logró repetir el grupo armónico que había formado siete años antes y se marchó sin ruido ni reproches, dos rasgos que signaron su personalidad, los mismos que lo acompañaron en su partida final, que se produjo en los brazos de su amigo Bilardo, compañero también de su último viaje.