miércoles, 23 de agosto de 2017

Morir por una bengala

Miguel Ramírez era un fanático del rock nacional. Su pasión por el rock, lo llevó a presenciar un nuevo recital y a encontrarse con ese cruel final que el destino parecía haberle preparado.

La cita era en el autódromo Roberto Mouras de La Plata, donde el 30 de de abril de 2011,  La Renga llevó a cabo su show. Este joven era seguidor de este grupo desde hacía 15 años. Sin embargo, fue en este recital donde Ramírez fue alcanzado por una bengala que acabó con su vida nueve días después.

En la lista de pasiones de este hombre de 32 años, el fútbol ocupaba un lugar privilegiado. Keko, como lo llamaban sus allegados, supo desempeñarse como jugador de un club de AFA. Es el caso de Juventud Unida, cuyos hinchas lo vieron vestir su camiseta con mucho orgullo. Quizá su pasar como futbolista no fue ampliamente reconocido pero él dedicó varios años de su vida al Lobo Rojo. Jugó en Primera bajo la dirección técnica de Víctor Traferro durante la temporada 2001/2002. Volante central, Miguel aportó cuatro goles durante su estadía en el club.   

En el año de su muerte, Miguel estaba por cumplir un sueño que quedó trunco. Su deseo era volver al Lobo y calzarse los botines una vez que finalizara el torneo. Por eso, estaba entrenando para estar a punto físicamente.


Su agresor, Iván Fontán, recibió una pena de nueve años de prisión porque la Justicia lo halló culpable del delito de "homicidio simple con dolo eventual", es decir que debió representarse que con su accionar podía causar la muerte de una persona.


Cabe recordar, que este joven, a la hora del ritual iniciático del concierto, encendió una bengala, que falló y salió dirigida hacia el público. En medio del pogo, Miguel cayó herido de gravedad y a los pocos días falleció.

domingo, 20 de agosto de 2017

Entredicho del Toto Lorenzo con Carlos Biasutto en pleno campo de juego

Durante el último año del ciclo de Rogelio Dominguez como DT, 1975, hubo que buscar un par de arqueros para compartir el arco con Enrique Vidallé, ya que luego de una huelga de notables del plantel, Rubén Sánchez no atajaría más en Boca. Hernandorena fue uno de ellos y no jugó ningún partido. El otro fue Carlos Biasutto, arquero de larga trayectoria iniciado en Atlanta y con paso por Rosario Central.

Biasutto nunca logró afianzarse en el puesto y para 1976 un renovado equipo iniciaba el exitoso ciclo de Juan Carlos Lorenzo. A pesar de la compra de Hugo Gatti, Biasutto permaneció en el club y reemplazó a la figura del Loco sobre todo durante las lesiones de éste.


Uno de los incidentes más recordados fue durante el entretiempo del partido jugado el 28 de marzo de 1976 por la novena fecha del campeonato Metropolitano que luego sería ganado por Boca. En cancha de Banfield, el resultado 3 a 3 y como quedó retratado para la posteridad, el Toto no tuvo contemplaciones para recordarle al pobre Biasutto cómo se hace para atajar en el arco de uno de los equipos más gloriosos del planeta.

miércoles, 16 de agosto de 2017

"La credibilidad es como la virginidad. Se pierde una sola vez"

Lo dijo Osvaldo Ardizzone, periodista deportivo argentino, a sus compañeros de redacción en revista "Goles", a finales de la década del '60, refiriéndose a algunos personajes del fútbol argentino de la época.